Recopilación de Old Stuffs.

A veces estoy tan bien, tan down. Calambres en el alma

Es efímero, no le encuentro otra definición. Es efímero, se me va de las manos; lo nuestro son bocanadas de aire.
Y por momentos, duele como puñales en la espalda, pero no importa.
A vos te gusta verme sangrar; y yo estoy acostumbrada.

Sí, sangrar no es bueno, ya lo sé. Tampoco es bueno que uno se acostumbre a lo ya mencionado; pero que bien se siente, ¿no es verdad?, dale, yo sé que te gusta ver como arrastro mi cuerpo por los recovecos de nuestra laberíntica y efímera relación, patético, ¿verdad?. Sé que te gusta verme en una postura de fuerza, postura en la cual hago uso y abuso de mi coraza - siempre tan fiel - y no te permito entrar, ni a vos, ni a nadie.

La jaula sin pájaros ya no es jaula; mi cuerpo sin sus demonios, ya no es mío. No me pidas que extirpe lo que me caracteriza, no pretendas que me entregue a vos, vacía, vacía y sin razón de ser.

Entra aquel aire frío y tétrico, cargado de nostalgias pasajeras y penas ordinarias.
Sí, volvió otra vez.
Hacía tiempo que no sentía su presencia en la habitación. Ya había olvidado lo bien y mal que se siente.
La sensación que transmite. El miedo, la ansiedad. Adrenalina en su máxima expresión.
Volvió a desgarrarme. Como lo viene haciendo hace ya varios años.
Pero esta vez, lo hace lenta y cuidadosamente.
Disfruta del saber que puede destrozarme tan fácilmente.

La pendeja rebelde, esa que un tiempo atrás era yo, está revolviendo el pasado de este presente que parece no tener futuro.
Sigue revolviendo eufóricamente, con la esperanza de encontrar algo.
Una respuesta a esta estupidez que golpea mi puerta.
Día tras día..
Quiere obtener respuesta.
A algo que nunca supo plantear una pregunta.
¿Será la incoherencia la clave de todo?
Quizá deba rendirme a los brazos de la Ignorancia.
Y vivir en gris.
Eso lo resolvería todo.
Quizá..